Hoy es el último día de la expansión y desde El Pergamino queremos hacerle un pequeño homenaje.

Lo cierto es que éste iba a ser un artículo más, íbamos a hablar de cómo los administradores de Oribos ya no se sorprenden de nada, en base a que al principio de la expansión, se sorprenden cuando ven al primer personaje salir de Las Fauces. Ese mágico momento en el que pasamos de ser «Adalid» para convertirnos en «Caminante de las Fauces»

Obviamente, después de 2 años de expansión (5 años a nivel ingame) y los 45.786.231 alters que han salido de las Fauces… los administradores (como decíamos al principio) no se sorprenden de nada.

Sin embargo, hoy es oficialmente el último día de expansión, una expansión que ha durado exactamente 735 días y por más o por menos que nos guste a los jugadores de World of Warcraft pasará a la historia como la 8ª expansión del que probablemente sea el juego mas longevo de la historia.

Así que hemos dicho: «Habrá que despedirla como Aman’Thul manda; ¿no?»

Ojo, que no pretendemos ser sangrantes con ella porque, aunque ha tenido sus más y sus menos, está claro que nos ha dado (aunque sean pocas) horas de diversión. Además, El Pergamino tendrá que recordar esta expansión con cariño pues el lanzamiento de este blog se inició junto con el lanzamiento del parche pre-expansión de Shandowlands (más o menos) así que se trata de «nuestra primera expansión»

Vamos a hacer una regresión astral de 735 días y vamos a repasar las 5 mejores y peores cosas que nos ha dejado la expansión, ¿os apetece?

Al principio no se podía montar en Las Fauces.

¿Lo recordáis? No es como en otras expansiones que tiene zonas en las que no se puedes volar (La Isla del Trueno de Pandaria o Argus en Legión), no, directamente no se podía invocar montura.

Al intentar invocarla había un mensaje maravillo en pantalla que te decía: «Tu montura ignora tu llamada en las Fauces» Así, sin anestesia ni nada, tu montura te decía. «Jaja, paso de ir ahí que me da yuyu, saludos» ¿Recuerdas el Invencible que tanto te costó conseguir? Pues lo vas olvidando porque pasa de tu buyate de elfo en las fauces… ni siquiera el primer caballo que compraste hace 14 años que tiene más pixels que un personaje del Minecraft (y que asusta más que un jurafauces) se atrevía a ir a las Fauces…

Y es que además, a medida que avanzabas en tus trabajos diarios por ahí abajo, se te iba llenando un terrible marcador que te dificultaba cada vez más el juego: primero venía un asesino que te pegaba cuando entrabas en combate, después venía un abjurante y te lanzaba hacia el aire y luego te soltaba… te encadenaban al suelo y te bombaredeaban con meteoritos… vamos,  todo un festival de emociones.

Lo bueno…

Fue una forma distinta de afrontar el juego y nosotros, como jugadores veteranos, necesitamos novedades y retos… luego como siempre, nos quejamos de que todo es súper-complicado y que no se puede hacer nada y nos lo nerfean… pero al menos se ve interés por parte de Blizzard en incrementar novedades en World of Warcraft, para que las expansiones no sean iguales una tras otra.

El sistema de leveo volvía a tener un orden obligatorio

En Legión se introdujo un sistema de leveo que nos gustó bastante, y es que de todas las zonas que había para levear, tu podáis empezar por la que más te gustase, porque la historia estaba creada para que se mantuviese igualmente. Este sistema continuó también durante Battle for Azeroth, pero en Shadownlads decidieron volver al sistema antiguo: había un orden que debías mantener para poder levear y así seguir un argumento creado específicamente, empezando en  Bastión, Maldraxxus, Ardenweald y Revendreth. Lo que hacía que levear a tu segundo personaje y seguir otra vez la historia completa se hiciese más pesado y tedioso.

Lo bueno…

Lo cierto es que la historia de Shandowland estaba bastante bien construida y para que la pudieses ver correctamente era obligatorio mantener ese orden. Eso demuestra que Blizzard se molestó en construir una buena historia para esta expansión. Además, no tenías por qué repetirlo ya que tu segundo personaje podías levearlo utilizando los «Hilos del Destino», por lo que levear a tus altes ya se hizo más ligero y llevadero.

La historia de Sylvanas

Sylvanas fue un personaje que durante toda la expansión no dejó indiferente a nadie. Descubrir al final que no había sido artífice de ese plan, sino un peón más del plan del Carcelero fue una decepción para muchos, ya que esperaban que  «La Reina Alma en Pena» tuviese más protagonismo en ese aspecto y fuese realmente alguien muy inteligente y no tan manipulable. 

Lo bueno…

Lo que muchos jugadores de la Horda olvidaron es que cuando Sylvanas quemó Teldrassil y un poco después abandonó la Horda asegurando que «no valía nada», les rompió el corazón a muchos de ellos… realmente descubrir que todas aquellas palabras y actos no salieron directamente de ella si no de entidades superiores, ¿no debería ser un alivio? ¿Ya se nos ha olvidado que en un principio teníamos fé en ella y queríamos entender por qué había hecho lo que había hecho?

¿Dónde está Arthas?

Obvimente Shadowlands es una expansión que conecta en muchos aspectos con WOTLK y ello supone recordar a uno de los personajes mas icónicos de este unvierso: Arthas Menethil o El Rey Exánime. Además, vimos a este personaje en la cinemática de Bastión, cuando Uther le cuenta a Devos cómo fue su muerte lo que desencadena una de las tramas mas importantes de la expansión: la de los abjurantes en Bastión.

Sin embargo, a medida que iban pasando los días, se venían los parches, las cinemáticas, etc… fuimos comprobando y chocando contra la realidad de que probablemente no veríamos a nuestro Caballero de la Muerte favorito… al final nos tuvimos que conformar con tan solo su presencia en forma de recuerdo, susurro o parecidos razonables.

Lo bueno…

Quizás las leyendas haya que dejarlas dónde están y hay cosas que es mejor no desenterrar. La trama de Arthas Menethil terminó muy bien y nos dejó a todos muy buen sabor de boca y eso es algo que Blizzard tuvo muy presente, por lo que antes de arriesgarse a hacerlo mal, prefirieron dejarlo como estaba.

Poco contenido

Por increíble que parezca, Blizzard volvió a repetir el error que comentió en WOD, creando una expansión con poco contenido, mucho tiempo de espera entre parches, pocas mazmorras, pocas raids, etc…

Lo bueno…

Como todo en esta vida tiene arreglo, al final repararon el daño trayendo un último parche y una última etapa llena de cosas interesanes: Zereth Mortis. Añadieron a las míticas plus mazmorras antiguas en desuso, la torre de magos, etc… además si todo el tiempo de vacío lo estaban empleando en desarrollar un buen Dragonflight (como el buen Legión que llegó después de WOD) habrá merecido la pena la espera.

En definitiva, aunque Shadowlands ha tenido sus cosas buenas y sus cosas no tan buenas, ha sido un capítulo más en la historia de World of Warcraft, con el que hemos disfrutado de alguna forma u otra.

Seguro que en estos dos años has conocido gente nueva, has tenido momentos de risas, de diversión, te has sorprendido con alguna cinemática o has disfrutado mucho con alguna zona… y eso es, queridos amigos, lo que importa.

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