En lo más alto del Trono de los Aspectos de Valdrakken, en el majestuoso santuario de los dragones, la imponente Alexstrasza reunió a sus hermanos alados con una preocupación en su mirada ardiente.

Extendiendo sus escamas escarlatas, capturó la atención de todos y anunció con voz resonante: «Queridos dragones, escuchádme atentamente. Hemos pasado por innumerables batallas, pero hay un asunto que debe ser aclarado de una vez por todas«. Los ojos de los dragones se fijaron en ella con curiosidad y expectativa, esperando el mensaje crucial que estaba a punto de transmitir.

«Amados hermanos«, continuó Alexstrasza con una sonrisa traviesa, «hoy vengo aquí con una petición única. Por favor, recordad que los gnomos no son comida, ¡sino amigos!» Unas risas tímidas se propagaron por la asamblea de dragones mientras algunos levantaban una ceja escamosa como señal de incredulidad. «Sé que puede parecer extraño», continuó Alexstrasza, «pero debemos recordar que cada ser en Azeroth merece respeto y amistad. Incluso podríamos tomar como ejemplo al tiburón de esa película famosa ‘Buscando a Nemo’, ¿recuerdan? Así que, por favor, resistamos el impulso de considerar a los gnomos como deliciosos aperitivos y en su lugar, ¡hagamos espacio en nuestros corazones para la amistad y la diversión!«.

Las carcajadas llenaron el aire, mientras los dragones se relajaban ante el toque de humor de su Reina del Vuelo. Aunque la idea de que los gnomos fueran amigos en lugar de comestibles podía parecer descabellada, Alexstrasza siempre sabía cómo mantener el espíritu ligero en medio de la grandeza y la seriedad. De ahora en adelante, cada vez que los dragones se encontraran con un diminuto gnomo, recordarían las palabras de su Reina y, con una sonrisa, verían en ellos a un amigo en potencia. Porque en el vasto mundo de Azeroth, incluso los lazos más improbables pueden surgir de un simple guiño y una risa compartida.

Así que ya sabes, adalid gnómico, no seas comida, sé amigo de los dragones.

El contenido de esta noticia está 100% garantizado como falaz. Creételo solo bajo tu responsabilidad.  elpergamino.es no se responsabiliza de las conclusiones precipitadas a las que llegues tras haberla leído.