Desde que empezó la segunda fase del parche pre-expansión hemos visto cómo los elementos han invadido Azeroth con una furia implacable. Como adalides de este mundo, nuestro cometido es defenderlo, por ello nos pagan y entre las muchas recompensas que podremos obtener está el conseguir un equipillo muy chulo por chapitas.
Este equipo no lo vende cualquier vendedor, sino expertos cazatormentas adiestrados en las peores (o en las mejores, según quién te lo cuente) tormentas. Y para alegría de nadie, ya sabemos la identidad real de esos vendedores.
Por el lado de la Alianza tenemos al Cazador de tormentas William, a quien de primeras nadie reconocería, quizás algún jugador muy boomer, pues en realidad es Mario Picazo un famoso meteorólogo español que conoce muy bien las tormentas.
Y por el lado de la Horda tenemos a la Cazadora de tormentas Suhrakka, la cual nadie había caído, que es nada más y nada menos, que la archiconocida Minerva Piquero.
Obviamente, solo los jugadores más veteranos podrían saber quiénes son estas personas, o bueno, un friki de El Tiempo supongo que también podría saberlo. Y si esperabas que fueran algún chamán superpoderoso, pues lo siento mucho, solo los meteorólogos conocen y cazan las tormentas mejor que nadie y encima con la ayuda de la ciencia, nada de palos clavados en la tierra con lucecitas led como ciertos chamanes.
Y la verdad, casi nos damos con un canto en los dientes, porque siendo un juego americano, en vez de ponernos los personajes de unos prestigiosos meteorólogos, podrían haber puesto a los pirados americanos que disparan a los tornados o cualquier otro intelecto humano similar.
Ve y estudia meteorología, Adalid, nunca se sabe cuándo un chamán puede estar disponible y, la verdad, para ir tirando con «un chico del tiempo«, ni tan mal.

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Veterano de la segunda guerra en la que fue herido.
Ahora sobrevive como clicker.