Para aquellos despistadillos que no sepan, a estas alturas, qué es el Consejo de Angiris, es algo así como un gobierno en los Altos cielos.

Este consejo estaba compuesto por seis arcángeles (hoy son menos… por temas personales): Tyrael (arcángel de la Justicia), Auriel (Arcángel de la Esperanza), Imperius (arcángel del Valor), Itherael (arcángel del Destino),  Malthael (arcángel de la Sabiduría) e Inarius (arcángel de la Creación).

Con el paso de los siglos, y la subida de los precios, los arcángeles decidieron que era sensato compartir gastos entre todos, porque bueno… «Uno es inmortal y la vida está muy cara».

El problema vino cuando Inarius, un día, se levantó de su cama celestial y sentado al borde de la misma, se quedó mirando sus zapatillas de casa angelicales y pensó: «Uff, yo paso ya de pagar nada, si es que no me da la vida… todo el día matando demonios para aquí y para allá, ¿y si hago caso a la «jefa» y me voy con ella y dejo a mis hermanos? yo creo que es hora de independizarse» — Inarius

Así que hizo el petate y se fue. Sus hermanos le llamaron de todo: «que si hereje, que si esa loca no te conviene, que qué haces confraternizando con el enemigo, bla, bla, bla«. Total, que con el paso de los milenios le han dicho que si se iba del cielo y luego le iba mal y quería volver a «casa» tenía que pagar los gastos que le correspondían. Es decir, todo lo que no había pagado desde que se fue, entre los cuales, destaca la cuenta de Netflix.

Y por eso, Inarius intenta matar a Lilith a toda costa, porque ella es quien tiene la tarjeta de crédito de su cuenta corriente celestial, y le ha dicho que nada de tarjetas por matar a niños.

Ve y estudia historia, Adalid.
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