Los clips son pequeños pedacitos de un momento concreto de nuestros streamers favoritos. Con ellos podemos atesorar recuerdos pretéritos y con el paso del tiempo se vuelven una línea evolutiva de cómo ese canal ha ido creciendo poco a poco.

Obviamente hay imbéciles que capturan clips motivados por un gen cavernícola que les ha quedado de remanente en su ADN y, normalmente, se suele dan en streamers femeninos, estos púberos intentan guardar una imagen del cuerpo que sólo les produce gracia a ellos.

Al margen de esta subespecie humana, por regla general, los viewers suelen hacer clips de momentos graciosos o importantes de alguna manera sobre algo que ha ocurrido durante ese directo. Son fotos en movimiento prácticamente.

Con la pandemia, y las restricciones para socializar al aire libre, el fenómeno streaming tomó más fuerza que nunca. Nuevos canales aparecieron y otros canales se beneficiaron por tener más público potencial: y a más público… más clips.

Es tanto así, que al final tanto va el cántaro a la fuente, que se rompió. Y esto mismo es lo que le ha pasado a un espectador (o viewer) en Twitch. Estaba disfrutando tanto de sus streamers favoritos que no daba abasto haciendo clips, hasta que le petó el kokoro.

“Era un águila haciendo clips, siempre que ocurría algo gracioso el primero en sacar el clip en el chat era él. Se nos ha ido un grande.” — Nos cuenta un Streamer de éxito aleatorio.

“El tío era un hacha, tenía varios directos abiertos en el navegador y estaba en todos los canales, era más conocido que los propios streamers.” — Viewer lugareño de la categoría “Charlando”.

“Entraba en los canales y al principio no decía nada, era un lurker de manual, pero con el paso del tiempo comenzaba a participar en el chat y en seguida empezaba a hacer clips y se sentía uno más de la comunidad” — Streamer vecino y amigo

“Por mi canal pasa mucha gente, intento quedarme con todos los nombres de la peña, pero llega un punto que es imposible. Este tío estuvo desde mis inicios, de cuando sólo tenía 1 viewers (mi bot) viéndome hacer el bobo. Gracias a sus clips, mis minions pudieron hacer videos de promoción a mi canal y subí como la espuma. No se cómo llama, pero seguro que era genial”. — Streamer que dice que vive en Andorra.

Podríamos continuar añadiendo más testimonios de streamers que han conocido a este gran anónimo de las redes y de la comunidad twitchitiana, pero la tinta de electrónica de las pantallas cuesta mucho dinero y no estamos para derrochar ahora mismo con la luz.

Para finalizar, decir que Twitch está estudiando poner un control para reducir la siniestralidad por fallecimientos por clips. Según nos informan fuentes cercanas a la filial de Amazon, están pensando en poner un contador para evitar que la gente haga clips por encima de sus posibilidades.

“Queremos que la gente disfrute de los directos, no que se muera, eso no nos da dinero” — Twitch.