(Jaina y Thrall, en las Fauces. Screenshot)

Hace ya muchos años que corre el rumor por todo Azeroth de que Jaina y Thrall tienen una aventura. Sabemos que ambos líderes siempre se han llevado muy bien y son «muy buenos amigos, pero sólo eso, amigos. Entre Thrall y yo no hay nada» nos comenta Jaina.

«Siempre nos hemos llevado bien, a pesar de las diferencias entre nuestras facciones, siempre hemos encontrado una forma de conectar y mantener cierta paz. No te mentiré, no ha sido fácil para mi, sobre todo después de lo sucedido en Theramore, pero hemos hablado largo y tendido, y hemos recuperado nuestra amistad. Estos últimos días en las Fauces y en Thorgast, a pesar de todo, nos han servido para unir fuerzas y seguimos siendo muy buenos amigos. Todo se puede superar. Y no, so somos amantes, no hemos tenido ninguna aventura, jamás. ¿Crees que sería capaz de hacerle eso a Aggra? ¿Has visto el tamaño de esa orco? ¿Sabes que tienen dos hijos y son muy felices? No entiendo cómo se os ha podido ocurrir imaginar algo parecido. ¿Y dices que todo Azeroth lo está comentando? Hay cosas más importantes de las que preocuparse, como ese maldito Carcelero. Por todas las mareas!»

Desde luego, Jaina parece bastante enfadada con todos estos rumores. Thrall, por su parte, anda bastante cabizbajo, pero nos contesta amablemente

«Son días muy duros, ¿sabes? Estar aquí en este lugar espantoso, después de todas las batallas, la sangre derramada, las vidas perdidas… es desolador, pero tengo suerte de contar con Jaina. Sin ella, no sé cómo podría soportar estar tan lejos de mi familia. Siempre hemos encontrado un apoyo el uno en el otro, y no hablo de sentimientos amorosos, te hablo de una amistad que va más allá de toda guerra e incluso más allá de la Muerte. Es mi mejor amiga, y sinceramente, que encienda de vez en cuando una hoguera en este lugar, pues viene muy bien, qué quieres que te diga.»

Ambos se miran a los ojos y sonríen mientras se cogen de la mano.

«Lo ves? -dice Thrall- es una tía increíble, sólo nos basta mirarnos para estar con mejor ánimo y afrontar un nuevo día. Además, de vez en cuando, se pone a jugar con su magia y hace pequeñas figuritas de hielo de Aggra y los niños. La adoro, sabe muy bien lo que me gusta y me hace muy feliz».

«Es cierto» -añade Jaina- «no hay nada comparable a ver sonreír a un orco. Como aquél día  cuando estabas como loco buscando un arma adecuada para ti, y encontraste ese hacha. Me miraste y te pusiste a bailar, eras como un niño, fue muy divertido. ¿Tú no haces eso con tus amigos? Es genial tener esa confianza.»

Les preguntamos qué planes tienen para el futuro, como amigos, y ambos responden que «seguir juntos.»
Esperemos que su amistad sea tan fuerte como ellos dicen que es, y que volvamos a verlos, juntos o por separados, por Azeroth, celebrando alguna merienda, cuando todo este lío de las Tierras Sombrías acabe.