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Estudios recientes de la Universidad de Gnoméregan descubren que durante todo este tiempo los jugadores no han estado farmeando ánima como ellos creían, si no que han estado consiguiendo desánima, una sustancia aparentemente igual en color e intensidad pero con un efecto adverso muy peligroso; te da la bajona.

Por lo visto, este efecto de embajonamiento, se va produciendo poco a poco y muy despacio sin que apenas el individuo se de cuenta. Cuando es consciente de su situación ya es demasiado tarde, no le apetece jugar, ni farmear, ni mazmorras, ni nada.

La mayoría de estos personajes se quedan dando vueltas por Oribos saltando en sus monturas durante horas. Algunos, en estado muy avanzado, se quedan parados en cualquier lugar, incluso en medio de Las Fauces.

Creemos que esto puede ser obra del Carcelero, pues los jugadores más afectados se quedan parados en medio de Las Fauces sin ganas de seguir viviendo. En algunos casos, otros jugadores han intentado farmearlos, creyendo que eran almas para la misión semanal. 

Desde Blizzard, recomendamos a todos los jugadores que empiecen a perder interés por jugar y por vivir, que dejen de farmear desánima inmediatamente y desarrollen otro contenido, como peleas de mascotas o pescar.