• Misiones en sueños: Si te encuentras planificando estrategias de ataque en Azeroth mientras duermes, es hora de admitirlo: estás jugando demasiado a World of Warcraft. Despertarte en medio de la noche pensando en cómo derrotar a ese jefe de mazmorra puede ser un signo revelador.

• Tu tiempo de juego supera tu tiempo de trabajo: Si te estás más emocionado por el reinicio semanal en WoW que por el fin de semana, es el momento de hacer una pausa. Cuando tus horas de juego superan tus horas de trabajo, incluso tu personaje en el juego podría decirte que es el momento de parar.

• Hablas en argot de WoW en el trabajo: Si has comenzado a incorporar términos como «aggro,» «dps,» y «tanque» en tus conversaciones de la oficina, tus compañeros de trabajo podrían necesitar un diccionario para entender lo que dices.

• Sueños de monturas voladoras: Cuando sueñas con volar en tu montura por Azeroth, pero en la vida real solo tienes un coche viejo y destartalado, es un signo claro de que tu vida virtual está tomando el control.

• Desarrollas estrategias en reuniones aburridas: En lugar de prestar atención en las reuniones de trabajo, estás ocupado pensando en cómo acabar con ese boss que no cae. ¿Quién quiere desarrollar estrategias de ventas si no has tirado la última banda en heróico?

• Obsesionado con la banda sonora: ¿Estás tarareando la música de World of Warcraft mientras conduces?¿Tienes el sonido de un murlok de alerta en el Whatsapp? No hay más preguntas, Señoría.

• El juego invade tu vida social: Cuando rechazas constantemente planes con amigos y familiares porque «has quedado para hacer logros», es un signo de que el juego está interfiriendo con tus relaciones personales.

• Tu única conversación es sobre WoW: Si lo único que puedes comentar con tus compañeros de trabajo gira exclusivamente en torno a tus últimas hazañas en World of Warcraft, es posible que necesites diversificar tus temas de conversación.

• Inventas excusas para un día libre: Si finalmente decides que necesitas un día libre para jugar ininterrumpidamente, aquí tienes una estrategia para decirle a tu jefe: «Estimado jefe, necesito un día libre para… explorar nuevos horizontes en mi desarrollo personal». A veces, un poco de creatividad es la clave para mantener tu vida laboral y tu vida en el juego en equilibrio.

Recuerda, disfrutar de World of Warcraft es genial, pero mantener un equilibrio saludable entre el juego y la vida real es aún mejor. 

¡No dejes que Azeroth gobierne completamente tu vida, Adalid!

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