Todo el mundo conoce el posible acto más macabro de Sylvanas cuando ordenó la quema de Teldrassil y cientos de kal’dorei murieron quemados en sus propias casas. Aun así los elfos de la noche son una raza superviviente y se adapta rápidamente a las nuevas condiciones de vida que tienen aunque no sean del todo cómodas para ellos. Durante el tiempo que pasaron exiliados en Ventormenta, una de las pocas prácticas de ocio que tenían eran las parrilladas que organizaban los humanos en esos espacios de tiempo que había entre batalla y batalla.

Tyrande reconoce que no es la misma desde entonces. Admite que es posible que esté más irascible que antes, pero «tampoco es para tanto, yo siempre he sido así«. No obstante reconoce que pese a que el pueblo kal’dorei siempre ha sido ecologista y que viven en armonía con la naturaleza; la caza siempre ha sido una de sus principales fuentes de alimento.

«Desde lo sucedido en la guerra de las espinas me he hecho vegana. Ya no me siento cómoda con las barbacoas. Otro motivo a mayores para pillar a esa loca toca coj#@~$.

Perdón es que me caliento en seguida, je que irónico.
No te rías que te zumbo.«