Se confirma lo que todos sospechábamos: el mago está roto.

Esta semana Blizzard reunió a varios creadores de contenido con los que tuvo sesiones de preguntas y respuestas junto al equipo creativo y de desarrollo, donde la mayoría de preguntas se ceñían alrededor de los cambios a las clases.

Hemos podido saber por fuentes cercanas y por varias noticias publicadas en la comunidad, que los programadores de jugabilidad llevan tiempo contemplando qué implicaciones físicas tienen las partículas y energía de los ataques, y las primeras pruebas se han hecho introduciendo modificaciones en la rotación básica de algunos hechizos. Por el momento, varios jugadores han confirmado lo que ya presagiábamos en el PTR: Blizzard ha vuelto a bufar al mago.

En las primeras horas del parche, Gändälfilloequisdé, de Mancohonda, descubrió, sin querer, mientras hacía el buscador de banda, que hacía más daño a Raszageth desde una de las plataformas laterales. Su curiosidad le llevó a alejarse cada vez más del boss, hasta que se dió cuenta de que, desde el extremo más alejado de la sala, podía solearlo prácticamente.

La anécdota se ha hecho viral, y hemos podido leer en algunos tuits oficiales la respuesta que confirma este hecho:

“Sólo es la teoría de la relatividad, amigos; cuando un objeto se mueve a altas velocidades cercanas a la velocidad de la luz, su masa aumenta en relación con su velocidad. Este aumento de la masa relativista se debe a que la energía cinética del objeto se convierte en masa adicional, por lo que cuanto más lejos estés de tu objetivo, más daño le harás”

De momento sólo se conoce su aplicación en el mago, pero Blizzard asegura que se implementará en todas las clases a medida que avance la expansión y las pruebas de funcionamiento sean sólidas.

Ve, Adalid, pero un poco más pa ‘yá, más, más, un poco más… ahí.

El contenido de esta noticia está 100% garantizado como falaz. Creételo solo bajo tu responsabilidad.  elpergamino.es no se responsabiliza de las conclusiones precipitadas a las que llegues tras haberla leído. 

Maldraxxus celebrará por todo lo alto la salida de Dragonflight

El Prelado (el que tengo aquí colgado) ha anunciado públicamente en todos los tablones putrefactos de Maldraxxus que el próximo 29 de noviembre será festivo nacional en las tierras de su curia.

Y es que si había algo que no soportaban los maldruxxenses eran la higiene y el buen estado de salud de los jugadores.

“Mira, ya lo puedo decir porque ya da igual. Me asqueaban, así te lo digo. Qué cosa más vomitiva lo del Adalid. Se duchaba todos los días, se afeitaba, se ponía perfume. Hacía ejercicio para estar sano, controlaba la comida y las calorías. Mira, es que me pongo enfermo, y no en el buen sentido, ¿eh?. Qué asco de persona, súper sano. ¡Hombre!, qué menos que dejar de usar el desodorante cuando estás en tu sede. Cuento los días para que esos sacos de huesos hipersanos se piren ya. Aquí uno tiene que estar pudriéndose y oler a descomposición, basta ya de sanitos

Los psicólogos maldruxianos han tenido mucho trabajo a lo largo de la expansión, intentando paliar los dolores psicológicos de los lugareños al ver a gente pululando por las cercanías de sus casas o lugares de trabajo con aspecto sano y bien cuidado. El trabajo de campo para hacerles entender que eran gentes que venían a ayudar ha sido muy complicado porque el contraste era muy brusco y la desconfianza era  natural. ¿Cómo puede ser posible que los vivos estuvieran a sus anchas por el mundo de los muertos y encima vinieran a ayudarnos? Imagínate si fuera al revés y tuvieras que aceptarlos como un igual. Impensable, los re-mataríamos en el acto.

Por eso El Prelado (el que tengo aquí colgado) ha querido compensar de alguna manera todo el sacrificio y buen hacer de su pueblo. Y como han sabido estar a la altura de las circunstancias, el próximo 29 de noviembre celebrarán un campeonato de lucha y destrucción de todas las casas en el coliseo para despedir, por fin, a los sanitos.

Aunque, todo sea dicho, una pequeña minoría de vivos ha sabido adaptarse a la no-vida maldruxense y como en vida tenían una higiene poco pronunciada, se han mimetizado perfectamente con el pueblo, por lo que han sido mejor aceptados.

“Está feo que yo lo diga. Pero hay adalides que se les quiere más que a otros. Los otakus son nuestros favoritos, esa gente nos respeta.”

Ve e higienízate, Adalid. No querrás oler a muerto en presencia de Alexstrasza, equisdé.

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Anduin se emociona con Dragonflight: “Por fin podré ser una Drac-queen para mi Wrathion”

«Seré el mejor Jinete de Dragones»

El 19 de Abril pudimos ver el anuncio oficial de la próxima expansión de World of Warcraf: Dragonflight o “Cómo entrenar a tu dragón”, pero en versión WoW.

Una de las novedades más destacadas es, sin duda, la nueva raza Dracthyr, pero para Anduin lo que más le ha llamado la atención es la parte de: “Domina el arte de montar dragones, una nueva forma de desplazarte por los cielos.”

“Mira, no voy a negar que me queda mucho por aprender para corresponder debidamente a Wrathion. Uno no tiene todos los días un “amigo” dragón y se sabe poco, y yo aún soy un joven al que le gusta viajar y tal. En cuanto me recupere de este revés de las Tierras Sombrías, viajaré a las Islas Dragón para estar con mi Wrathi (así le llamo en la intimidad, jeje) y aprenderé a cabalgar como nunca antes lo hizo nadie.” — Anduin

Id preprando el psicotécnico para poder aprender a montar Dragones de verdad.

Sanidad alerta de una posible ola de ingresos por «hype»

Tras lo ocurrido con la última expansión, Sanidad pone en marcha un despliegue de medios ante los posibles casos de ingresos por hype.

Efectivamente, no es la primera vez que ocurre que, con la proximidad del lanzamiento del anuncio de una expansión, se genera una ola de ingresos por hype, sólo superada por la pandemia del COVID-19.

Ante esta posible situación, Sanidad ha preparado unidades móviles y ha acondicionado zonas fijas del hospital para atender esta posible ola de ingresos hospitalarios.

Informan además de los síntomas que los jugadores de World of Warcraft pueden empezar a notar y ante los que deben estar atentos.

Los primeros síntomas son más bien pequeñas señales psicológicas que no se deben pasar por alto. Los pacientes empiezan a notar que cualquier cosa cotidiana les recuerda a World of Warcraft. Además, comienzan a intentar interactuar con su entorno de la misma forma que lo hacen con el juego (por ejemplo, click derecho + shift para intentar probarse ropa de su armario, o se quedan mirando un tenedor esperando que salta un pop up con las estadísticas) 

Lo siguiente es tener pequeños subidones (parecidos a los que produce el azúcar o el café) cuando recuerdan que falta poco tiempo para el anuncio. En ese momento, la mayoría de las personas tienen la necesidad imperiosa de dejar lo que están haciendo, acceder a su ordenador y abrir el juego para, tras unos minutos, cerrarlo.
La fase crítica viene justo después, cuando los jugadores ya notan una especie de ansiedad que les acompaña todo el día y que no tiene una causa aparente. Comienzan a estar especialmente irascibles y terminan sus frases con expresiones como «Por la alianza» o «lok’tar ogar»

A partir de ese momento algunos pacientes sienten que no pueden respirar, se desmayan o pierden el sentido común y comienzan a hablar en idiomas inventados (no se ha determinado aún si es algún tipo de lenguaje draénico, o qué..) y es ahí cuando deben pasar a ingreso hospitalario. 

Se recomienda a los jugadores que empiecen a sentir estos síntomas, se pongan en contacto inmediatamente con sus médicos o sanadores de confianza (mejor si son druidas, o sacerdotes) para que puedan tomar medidas.  Realizar meditación zen o entrar en comunión con la Luz también pueden ser métodos para calmar el espíritu y serenar el chi interior.

Jugador veterano de Wow le dice a uno nuevo: «Antes aquí todo era pixel y ahora, también»

Diecisiete (17) añitos tiene ya el Wow, el año que viene (si sobrevive), ya se nos hace mayor de edad nuestro juego favorito. Durante todo este tiempo, el juego se ha ido transformando poco a poco a las necesidades gráficas del momento. Sólo hay que echar la vista atrás para poder comprobar cómo se veía el juego en sus inicios y cómo se ve hoy actualmente.

Hay un cambio, como cuando ves crecer a un chaval, al nacer el bebé también es todo pixel, luego parece que mejora la cosa, pero siempre hay pixel. Los jugadores más veteranos, recuerdan con nostalgia zonas del juego que eran inaccesibles y presumen ante sus compañeros más novatos de las hazañas de entrar en lugares prohibidos de zonas nos desarrolladas aún.

Sin embargo, la realidad es la que es. El peso del 2021 recae fuertemente en este dinosaurio que aguanta las embestidas de sus competidores e incluso permanece inmutable ante los ataques de los que más “aman” su juego, los jugadores veteranos.

Pero el pixel no es malo, solo hay que mirar la fama y gloria de juegos más longevos como el Minecraft y aunque no tenga nada que ver con WoW, el pixel tiene su toque, su aquel, su delicia, al menos hasta que se te mete un pixel en el ojo y escuece, claro.

Se dice, se cuenta, se rumorea (es el único contenido que podemos ofreceros, las habladurías, porque Blizzard ya no da para mucho más actualmente, hablando claro) que «para la próxima expansión, sí que de verdad, será la más ambiciosa, que tito Hazikostas se equivocó de expansión al contarlo, que, cómo iba a ser la más ambiciosa la novena (9), si  la décima (10) es un número redondo y más comercial».

El tema es que la décima expansión será lo más del mundo mundial, jugarán todas sus cartas a la vez para petarlo de nuevo y que la gente pague sin protestar, bueno, eso no va a suceder, pero que al menos no se escuche tanto.

“El lore de la décima (10) expansión será digno para todos aquellos que creen que saben más de la historia, que la gente que la escribimos, equisdé” — S. Danuser

¡Ve y hypéate Adalid!