Un hombre de 30 años vuelve al instituto tras jugar Burning Crusade Classic.
La experiencia Classic ha sido tan realista que realmente creyó que había viajado de nuevo al pasado.
El pasado Jueves 10 de Junio fue un día muy extraño para Alexander M. Jiles de Portland, Estados Unidos, pues cuando fue consciente de lo que ocurría se encontraba sentado en una clase de su antiguo instituto.
Después de cenar me puse a jugar a Burning Crusade Classic, como hago cada día desde que salió, sin embargo ocurrió algo muy distinto.
La sensación fue tan inmersiva que se me olvidó que era una versión Classic de un juego que ya tiene 14 años, era como si estuviese viviendo lo mismo otra vez.
Terminé de jugar y me acosté con la extraña sensación de que «había estudiado poco para un examen»
Por la mañana, cuando sonó mi despertador, cogí mis cosas y, en lugar de irme en coche al trabajo, fui a la parada más cercana y cogí un autobus.
Entré en el instituto casi sin pensarlo y me dirigí a un aula. Al sentarme me di cuenta de que el resto de chicos me miraban raro y además yo no conocía a ninguno de mis compañeros.
Al principio creía que me había confundido de aula pero cuando llegó el profesor y me dijo «Disculpe caballero; ¿le puedo ayudar en algo?» ya me di cuenta que también me había equivocado de época.
Avergonzado, salí corriendo de allí y me fui directo a mi psicólogo.

Al parecer, el caso de Alexander no es el único que ha ocurrido en estas últimas semanas. Desde el lanzamiento de Burning Crusade Classic, han sido muchos los jugadores que han sufrido una especie de «regresión astral» y su cerebro les ha hecho creer que habían viajado 14 años atrás en el tiempo.
Quizás el caso más sorprendente sea el de una mujer de Reino Unido que aseguraba decir que no tenía hijos y no había forma de reconocerlos a ellos ni a su marido.
Incluso rechazaba su propia imagen al verla en un espejo y lo único que decía era «Necesito volver a casa, esta noche tengo raid»
Las autoridades sanitarias recomiendan escuchar música actual y ver vídeos en Tik Tok mientras se juega Burning Crusade Classic para recordarle al cerebro que estamos en 2021.

Adicto a los videojuegos desde hace 39 años y gilipollas profesional de toda la vida.