Ya es por todos conocido que las Tierras Sombrías no son lugar para los arqueólogos. No porque no exista nada que investigar, todo lo contrario. Pero al parecer los espíritus de los arqueólogos más famosos tienen su propio lugar en las Shadowlands para que no metan la nariz dónde no les corresponde.

Es por ello que Sylvanas, cuando rompió el velo entre la vida y la muerte, les dijo bien claro:

Nada de arqueólogos. Aquí no se excava nada, ¿entendido? Y que alguien barra todas esas rocas, no vaya alguien a resbalarse sin querer y se mate, oh wait… — Sylvanas Brisaveloz

Después de semejantes palabras, se piró con sus cadenas a tope de power, dejando a Bolvar humillado, y mientras éste miraba el yelmo roto, ojiplático y patidifuso, unos esqueletos comenzaron a barrer las piedrecitas del combate, pero bueno, eso es otra movida que ya contaremos en otra ocasión.

El tema es que, el conocido Alto expedicionario Magellas, quien normalmente está a cargo de la la Sala de los  Expedicionarios de Forjaz, se ha cansado de la sequía de reliquias que actualmente está asolando la profesión secundaria por excelencia. Ha pensado que, como experto asaltante de ruinas, podrías burlar la guardia de los Caballeros de la Muerte que custodia la entrada al vórtice que te manda directamente a las fauces desde Corona de Hielo y vivir una no-vida de aventuras como en sus tiempos mozos.

En su cabeza sonaba increíble, pensaba que pasaría inadvertido como un adalid más, pero claro, es que todo el mundo lo conoce y nada más pisar Corona de Hielo ya se delató solo, le salió un proyecto de excavación y no pudo evitar la tentación de ir a picar para recoger fragmentos.

Los guardias DK, quienes ya le tenían echado el ojo, pues en otra ocasión se quiso colar en su sede para “estudiar unos huesecillos de nada”, en cuanto la cola para tirarse a las Fauces cambió de número (como en la carnicería, sí) se presentó voluntario con su ticket como cualquier otro adalid, lo cachearon y claro, se lió gorda.

El Enano no sabía dónde meterse y con los nervios montó un pollo que ni pa’qué: “Que por qué no dejáis que un honrado arqueólogo se gane su vida”, “qué si el más allá esta lleno de artefactos que estudiar”, “qué si Zovaal seguro que era arqueólogo y por eso se sabía todo el lore de los primeros…”

Pero nada, que está prohibido ir con un cincel y cepillo a molestar a los muertos a las Shadowlands. Y menos sin una enjuiciadora, ahora que Zovaal está en modo Titán plus plus.

Me temo que los amantes de los huesos y las reliquias van a tener que quedarse sin contenido durante toda la expansión. Eso sí, tampoco van a sentirse muy solos en ese aspecto.

Id y estudiad, Adalides.